Al príncipe Charles de Inglaterra no le gusta el proyecto del arquitecto Richard Rogerspara un complejo residencial en el centro de Londres e invita a la familia real de Qatar (promotora de la urbanización) a que desista de su construcción, al considerar el proyecto de Rogers “antipático”. Charles, propone a su arquitecto de cabecera Quinlan Terry para que su gusto tradicionalista prevalezca.
Parecía que la censura ya era cosa del pasado! Via: El Pais
Publicar un comentario